Descripción
Para empezar, se unen todas las piezas del robot. Es muy fácil, tan solo hay que seguir las instrucciones.
Una vez está listo el robot, se pone en marcha. ¿Cómo? Introduciendo agua salada en su cabecita con la ayuda del cuentagotas incluido. ¡Saldrá disparado!
En el interior del robot, hay magnesio y cobre. Al juntarse con el agua salada, hará una reacción y se formará una batería que hará que el robot se ponga en marcha. ¿Magia? No, ¡ciencia!
Este robot energizado con sal es una manera de introducir conceptos de ciencia de una forma divertida a las niñas y los niños. Además, permite que los más pequeños descubran mediante la experimentación cómo funcionan las energías limpias y qué alternativas respetuosas con el medio ambiente existen.